OM SWASTI: Con suprema gratitud y profundo respeto hacia Padmasambhva –
manifestación de sabiduría de todos los Budas y vínculo de las familias Búdicas – relataré la historia del tabaco. Aproximadamente cien años después del parinirvana del Buda Shakyamuni, un demonio chino enloquecido y obsesionado, pronunció estas agonizantes palabras:
Mediante mi cuerpo deseo conducir a los seres de esta tierra hacia reinos
inferiores. Enterrar mi cuerpo intacto y una planta diferente de todas las demás crecerá de mis restos. Simplemente al olerla, la gente experimentará un placer en el cuerpo y la mente, mucho más gozoso que la unión del hombre y la mujer. Se extenderá por todo y la mayoría de los seres de esta tierra gozarán con ella.
En la actualidad el efecto de este deseo es muy evidente. El opio y otros tóxicos derivados se ingieren por boca y nariz, sin que logren apagar la sed o satisfacer el hambre. Su sabor no es delicioso, y no tiene ninguna propiedad que favorezca la salud o alimente nuestra fuerza vital. Estas sustancias aumentan el nerviosismo y la presión sanguínea. También producen cáncer y enfermedades pulmonares.
En estos tiempos, mucha gente de todas las clases sociales, desarrollan una atracción irresistible hacia estas sustancias y comienzan a consumirlas sin control – esta intencionalidad demoníaca ha dado así su fruto.
El gTérma de Chögyal Ratna Lingpa dice:
Padmasambhava impuso bajo juramento a los Nueve Hermanos Demoníacos, pero éstos rompieron su samaya, y el menor de ellos encontró la forma para deshacer su compromiso de proteger a los seres. Dijo a los otros demonios: ‘Hermanos no desesperéis, escuchadme, me manifestaré en el país de China como tabaco; el nombre de esta toxina será ‘el veneno negro’. Crecerá en las tierras fronterizas, y desde allí se propagará hasta el Tíbet. Los tibetanos consumirán esta agradable sustancia y como consecuencia de ello, los cinco venenos neuróticos se desarrollarán con fuerza. Rechazando las diez acciones positivas, la gente practicará las diez negativas. La vida de los sostenedores de los linajes se volverá precaria, y éstos se marcharán de los Campos Búdicos. El humo de este
veneno penetrará en la tierra y aniquilará cientos de miles de ciudades del kLu. No habrá lluvia, las cosechas y el ganado no prosperarán, habrá desorden social, plagas, y calamidades. El humo del veneno se elevará al cielo destruyendo dimensiones celestiales, aparecerán cometas y eclipses intempestivos. Los
fluidos esenciales y venas de los que fuman se deshidratarán, provocando la aparición de las cuatrocientas enfermedades. Todo el que fuma renacerá en los reinos inferiores. Si alguien fuma y otros inhalan el olor, será como si estuviera arrancando el corazón de seis millones de seres.
De acuerdo al gTérma de Sang-gyé Lingpa:
En esta decadente era la gente se abandonará a un comportamiento insano. En lugar de comer alimentos nutritivos, consumirán sustancias venenosas de un horrible olor. Dejarán lo que están haciendo para ingerir el veneno. Necesitarán escupir, sus narices gotearán, y su salud y complexión se marchitarán.
El gTérma de Rig’dzin Go’dem predice:
En la decadente era final la gente engullirá vómito venenoso. Sólo con olerlo, la gente irá al Mar-med Myal-wa.
De las predicciones descubiertas por Düd’dül Dorje:
Los practicantes disfrutarán inhalando el humo de esas plantas y esnifando su polvo, y el país será invadido por gentes que rompen su samaya. Estarán engañados por la ilusión y experimentarán el surgir de características obsesivas. Como signo de la extinción del mérito, tendrán motivo para las lágrimas, y éstas se derramarán incontrolablemente.
El gTérma de Longsel revela:
Los tiempos en los que la gente fume estas viles sustancias, serán también tiempos en los que los amigos íntimos se envenenarán las mentes unos a otros.
El gTérma de Thugchog Dorje especifica:
Por causa de los cinco venenos neuróticos, las obsesiones, hostilidades, lucha, discusiones y miserias de los seres, llamearán como un infierno. Al ser desechadas las diez buenas cualidades, la negatividad se desencadenará como una tormenta. Se descuidará el comportamiento saludable, mientras se promulgan las prácticas perversas. En esta degenerada era los Protectores desaparecerán y los
seres demoníacos asumirán el poder. La gente inhalará humo de tabaco, y las venas espaciales de la sabiduría del discernimiento se bloquearán, mientras la gitación y las emociones distorsionadas se intensifican. El canal central
quedará obstruido y la claridad del darse cuenta se apagará. El agotamiento de la energía provocará agitación en el mundo. Los emblemas religiosos, objetos de veneración, quedarán deteriorados; habrá una proliferación de ideologías
pervertidas y falsas religiones. Los Protectores se volverán y mirarán solamente hacia el Monte Méru. Extranjeros invadirán el Tíbet, y los tibetanos serán forzados a dispersarse en las tierras fronterizas. Se extenderán doctrinas ilusorias y el mundo se tornará en una dimensión infernal.
El gTérma de Dro’dül Lingpa predijo:
El mero hecho de oler estas plantas, hará que de la sangre demoníaca broten hierbas y hojas, y uno se encontrará en el Infierno Vajra.
Una predicción de Ma-gÇig Labdrön declara:
En el periodo final de disputa, aparecerá una sustancia que se ingiere por vía oral, y que agravará las cinco neurosis. Se originará en China, y se extenderá a Mongolia y al Tíbet. Dondequiera que llegue será consumida, y allá donde sea
consumida – la lluvia se volverá irregular, e irá acompañada de severas heladas y granizo. Los practicantes que consuman esta sustancia, no realizarán su yidam – aunque practiquen durante cien eones. En futuras vidas, vagarán sin cesar en los tres reinos inferiores, donde ni siquiera la compasión de los Buda podrá
ayudarles.
Hay infinidad de predicciones más en lo que concierne al tabaco – cuyo consumo ha sido prohibido por maestros realizados de las tradiciones Sarma y Nyingma. Las palabras vajra de Padmasambhava no fueron pronunciadas para engañar a los practicantes, por lo tanto no alberguéis dudas tales como: ‘¿cómo es posible que surjan tantos problemas sólo por fumar una planta natural?’ El acónito es también una planta, sin embargo consumir una pequeña cantidad puede ser letal. ¿Si una planta puede hacer esto a nivel físico, porqué no va a poder el fruto de la intencionalidad demoníaca causar la muerte espiritual? Al comprender esto, los sabios mostrarán gran compasión hacia sí mismos renunciando al tabaco y a los narcóticos. Que al hacer esto, los honorables y los sabios que evitan el sendero al precipicio, tengan la buena fortuna de encontrar descanso en el jardín extático de la liberación.
Esto fue escrito ante la petición de Golok Gé-rTa Jig’mèd, por Dorje Yeshé (S.Santidad Düd’jom Rinpoche)
Sarwa Mangalam.